Tras abrir el instrumento, pude comprobar que la barra armónica, por la antiguedad de la madera, había perdido sus propiedades originales, determinantes en el buen sonido del instrumento.
Se imponía pues la necesidad de sustituir ésta por una nueva, con madera lo suficientemente estacionada como para garantizar su estabilidad, pero también suficientemente joven como para cumplir su función correctamente durante un largo período de ahora en adelante. Observé además que la zona del interior de la tapa en la que se apoya el alma (pieza fundamental en la estructura de los instrumentos de esta familia, a la que podríamos dedicar un post más adelante), estaba bastante dañada, habiendo horadado el alma algo más de 1 mm. en la tapa, por lo que se hacía también muy recomendable su refuerzo mediante un parche que cubra esta zona de la tapa en varios centímetros a la redonda.
Se pueden ver en la foto las "grapas" de madera de abeto que refuerzan una antigua grieta en la tapa, ocasionada por la presión del alma desde el interior de la bóveda, probablemente debido a un golpe o una caida.
Empecé por retirar la antigua barra armónica para quedarme con la tapa completamente libre de obstáculos y trabajar con comodidad en las dos intervenciones.
Para esto, tallé primero la mayor parte del material con un formón, después con un pequeño cepillo, y cuando apenas quedaba sobre la tapa la capa de cola que unía la barra con ésta, apliqué un poco de agua con un pincel, lo que hizo que la cola (otro producto muy interesante al que me gustaría dedicar una entrada) se ablandara y se pudiera retirar fácilmente con ayuda de una cuchilla de carpintero.
Una vez libre la tapa de la barra, pude dedicarme al refuerzo de la zona del alma con más accesibilidad. Primero construí un parche en madera de abeto de unos 3 cm de grosor, con forma oval, siguendo la misma dirección de la veta que la tapa, a partir de una plantilla de cartulina con la que tracé el mismo contorno sobre la zona de la tapa sobre la que se iba a ubicar. Teniendo en cuenta las medidas tomadas previamente de los espesores de la tapa, dentro de este trazo tallé un hueco de formas redondeadas,
dejando un espesor de apenas 1 mm en el centro. A su alrededor se encolaron unas pequeñas piezas que servirían de testigos durante el acoplamiento del parche, y tallé sobre la superficie de este, a grosso modo, el positivo del hueco que previamente excavé en la tapa. Usando la técnica que yo llamo "del dentista", di color al interior del hueco con una tiza azul, coloqué el parche en su lugar y martilleé un poco con la llema del dedo para que se transfiriera el color al parche.
dejando un espesor de apenas 1 mm en el centro. A su alrededor se encolaron unas pequeñas piezas que servirían de testigos durante el acoplamiento del parche, y tallé sobre la superficie de este, a grosso modo, el positivo del hueco que previamente excavé en la tapa. Usando la técnica que yo llamo "del dentista", di color al interior del hueco con una tiza azul, coloqué el parche en su lugar y martilleé un poco con la llema del dedo para que se transfiriera el color al parche.
Después dí la vuelta al parche, y tallé unas décimas de mm. en aquellas partes del parche en las que hubo transferencia de color azul.
La operación se repitió hasta que la totalidad del parche quedaba pintado de azul, lo cual indicaba que el ajuste entre las dos superficies era homogéneo y sin huecos. Entonces limpié bien ambas superficies de restos de tiza y encolé el parche en su lugar. Una vez seco, retiré los testigos y tallé la madera sobrante del parche, acabando con la cuchilla para dar el espesor definitivo deseado.
A continuación, usando una pieza de abeto seleccionada, le di el largo y ancho apropiado para la barra armónica, tallé aproximadamente la curva que hace la bóveda del instrumento, y haciendo uso de nuevo de la "tecnica del dentista", pinté con mi tiza azul la parte de la tapa que me interesaba y con ayuda de unos testigos de abeto que me sirvieron para alinear la barra rápidamente después de cada prueba, tallé la superficie de unión de la barra armónica hasta que el ajuste con la bóveda de la tapa fue perfecto.
Entonces se encoló la barra en su lugar, y se talló su forma característica definitiva, con ayuda de gubias y cepillos, acabando con una lija de grano medio.
Acabado el trabajo más importante, examiné detenidamente el resto del interior del instrumento en busca de grietas o desperfectos que pudieran repararse con facilidad antes de volver a encolar la tapa en su lugar, y pasé a cerrar la caja.
En la ultima foto, hecha a través del agujero que aloja la pica, puede verse el resultado de esta intervención, y podemos apreciar especialmente la función del parche que refuerza el apoyo del alma en la tapa.
He intentado hacer una explicación clara de la intervención, aunque muchos pequeños detalles han sido omitidos para no hacer el texto demasiado farragoso y aburrido. Sin embargo, si algún lector tiene alguna cuestión sobre el tema, que no dude en hacer un comentario en el blog o ponerse en contacto conmigo, intentaré aclarar las dudas en la medida de mis posibilidades.
Buenas tardes: soy de Mazatlán Sinaloa, México y hace unos días me hice de un chelo muy barato. Siempre he querido tocar este instrumento y me pareció bien para empezar. Después de la compra, me percaté que es un chelo "desalmado" (carece de alma, obviamente) y aquí no hay luthiers, salvo una persona que hace y repara guitarras. ¿Me podría instruir como hacer y colocar el alma a mi instrumento? Muchas gracias. Un saludo cordial.
ResponderEliminarBuenas tardes: soy de Mazatlán Sinaloa, México y hace unos días me hice de un chelo muy barato. Siempre he querido tocar este instrumento y me pareció bien para empezar. Después de la compra, me percaté que es un chelo "desalmado" (carece de alma, obviamente) y aquí no hay luthiers, salvo una persona que hace y repara guitarras. ¿Me podría instruir como hacer y colocar el alma a mi instrumento? Muchas gracias. Un saludo cordial.
ResponderEliminarBuenas tardes: soy de Mazatlán Sinaloa, México y hace unos días me hice de un chelo muy barato. Siempre he querido tocar este instrumento y me pareció bien para empezar. Después de la compra, me percaté que es un chelo "desalmado" (carece de alma, obviamente) y aquí no hay luthiers, salvo una persona que hace y repara guitarras. ¿Me podría instruir como hacer y colocar el alma a mi instrumento? Muchas gracias. Un saludo cordial.
ResponderEliminarBuenas tardes: Soy de México -Mazatlán Sinaloa- y hace días compré de oportunidad un chelo "desalmado"; aquí no hay luthiers y tengo que ir a otra ciudad o esperar al que viene una vez al año a darle servicio a los instrumentos de acá y yo ya quiero tocarlo... ¿Me podría enseñar a fabricar el alma y a ponérsela a mi chelo? Es un 3/4. Muchas gracias. Saludos cordiales.
ResponderEliminarPerdón creí que se había perdido el primer mensaje...
ResponderEliminarMuy interesante explicado paso a paso, parece un misterio el alma del chelo, yo llevo dos años de aprendizaje y ha sido mi tabla de salvación en esta pandemia...ahora viajo con él.Forma parte de mi, gracias por esta web interesante.
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