miércoles, 17 de julio de 2013
Radiografía de un violonchelo
El propietario de este violonchelo quería conocer el estado de una antigua restauración para reparar un ataque de carcoma en la tapa, hecha tiempo antes de que el instrumento pasara a ser suyo. En concreto su preocupación era que el animalito hubiera continuado haciendo de las suyas después de haber sido intervenido. Para esto, se sometió al instrumento a un estudio de rayos X. Este procedimiento no es ni mucho menos común en el trabajo de un luthier, pero el resultado es bastante curioso, así que he querido compartirlo aquí.
Para resumir, los rayos x atraviesan con mayor facilidad los objetos menos densos, velando (volviendo negra) la placa radiográfica que se coloca detrás, asi, los objetos más densos, que dejan pasar menos radiación, se aprecian en la placa como siluetas claras. De esta forma, lo que buscamos aquí serían manchas oscuras (vacíos) en el veteado de la tapa. Las pequeñas manchas y puntos claros que observamos se corresponden con canales de carcoma que han sido rellenados con una sustancia densa, de ahí su opacidad a los rayos X. La tapa de pinoabeto de los instrumentos de cuerda alterna vetas más densas y menos densas, lo que a simple vista apreciamos como anillos de crecimiento. El bicho, que no es tonto, prefiere comerse la madera más blandita, dejando la dura para alguien menos inteligente, de ahí que esos canales suelen seguir la dirección de la veta, como vemos en la radiografía. La banda clara y ancha que se aprecia en las 4 primeras fotos, recorriendo verticalmente el lado izquierdo de la tapa, se corresponde con la barra armónica, que como podemos ver es mas gruesa (clara) en el centro que en sus extremos. Respecto a la carcoma, salvo algún pequeño punto sin importancia que se pasó por alto al restaurador, probablemente por no haber podido contar con la ayuda de esta tecnología, la tapa parece estar en buenas condiciones.
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